En su primer advenimiento Jesucristo dio la perfecta revelación del carácter de Dios, una revelación que era inexistente en su totalidad hasta entonces. Para aquellos de nosotros que vivimos en el fin de los tiempos y que deseamos apasionadamente conocer a Dios sin ningún tipo de contaminación, debemos creer en Dios a través de nadie más que Jesucristo. Esa es la única forma en que alguien puede conocerlo. Nosotros, que a través de Él creemos en Dios, sabremos con certeza que Dios es amor agape y que no es, como algunos creen, un asesino de hombres, o uno que mata. Si creemos que Dios es amor y que también mata, entonces, sobre esa base sancionaremos o nos involucraremos en la matanza, especialmente en lo que respecta a nuestros enemigos. Entonces, de acuerdo con Jesucristo, haremos los deseos de nuestro padre el diablo. En Juan 8:44, las características de asesino/asesino se aplican definitiva y definitivamente al diablo por Jesucristo y no a Dios Padre:

Eres de tu padre el diablo, y los deseos de tu padre los quieres hacer. Fue un asesino desde el principio.

Esta revelación de Jesucristo expone la mentira que tan comúnmente se cree: la mentira de que Dios es amor, pero también un asesino.